1.- La infancia no se debe tomar como una carrera

Los niños no se desarrollan de la misma manera, ni se desarrollan al mismo ritmo. La educación Waldorf nos enseña a estar atentos a las necesidades de cada niño y dejar de esperar que nuestros hijos sean lo que no son.

2.- Conviertete en narrador

Se dice que Einstein una vez dijo: “Si quieres que tus hijos sean inteligentes, lee cuentos de hadas. Si quieres que sean más inteligentes, lee más cuentos de hadas “. La educación Waldorf comparte este punto de vista.

La educación Waldorf enfatiza la importancia de contar historias en lugar de leer historias. La narración de cuentos crea la imaginación de un niño.

3.- Conectar con la naturaleza cada día

Los niños prosperan con la actividad física. Jugar afuera también estimula su creatividad. Conectarse con la naturaleza significa enseñar a nuestros niños a estar más atentos al mundo que los rodea. Significa enseñarles a tomar el tiempo para oler las flores y observar las diferentes cosas y personas en su entorno. La naturaleza también tiene un efecto calmante en los niños.

Oportunidades para conectarse con la naturaleza abundan: oler flores, recoger piedras, tomar fotos de insectos, recoger hojas, pintar o dibujar objetos de la naturaleza muerta, jugar con palos, construir fortalezas, cavar, jugar con arena, búsqueda de tesoros, etc.

4.- Enseñe a sus hijos a jugar

La educación Waldorf se basa en el principio de que los juguetes más simples fomentan la mayor creatividad. Steiner hizo hincapié en la necesidad de los juguetes más naturales y argumentó que los juguetes deberían proporcionar a los niños experiencias sensoriales. Él creía que cuando los juguetes son simples y abiertos fomentan la creatividad de los niños ya que, los niños, pueden usar su imaginación para crear otros objetos.

La educación Waldorf favorece los juguetes simples y ecológicos a los que todos tienen acceso: piñas, conchas, hilados, trapos de seda y pañuelos, palos y ramas, bloques de madera, bellotas, piedras, cartón etc.

5.- Establezca rutinas

En la educación Waldorf, cada mañana comienza con “rondo del tiempo”. La hora del rondo es un momento especial durante el cual los niños se reúnen para cantar, recitar versos, hacer ejercicios de movimiento y hacer “juegos de dedos” basadas en temas específicos (por ejemplo, las estaciones).

Hay muchos beneficios al establecer rutinas ya que estas proporcionan a los niños una sensación de seguridad y los aproximan a un plano más terrenal.

6.- Crear espacio para el arte

El arte es un aspecto importante en la Pedagogía Waldorf.

Crear espacio para el arte significa proporcionar a nuestros niños momentos no estructurados en los que puedan practicar el juego creativo. Es en estos momentos cuando desarrollan su creatividad.

Basado en el artículo de Sania Peliny
6 Waldorf-Inspired Principles Every Family Should Adopt